lunes, 29 de junio de 2009

PARA REPENSAR LA ESCUELA HOY

"La cultura escolar en la sociedad neoliberal" (Pérez Gómez.A)
Las propuestas e iniciativas de las permanentes reformas del sistema escolar se encuentran motivadas sustancialmente más por las exigencias que plantea la economía del mercado que por insuficiencias cualitativas propias que presenta dicho sistema. Para analizar y entender estas exigencias, es necesario destacar algunas de las características que están determinando la vida de la institución escolar:
1. Relatividad y desfondamiento de la racionalidad
La política educativa deja de ocupar el centro orientador en la toma de decisiones y se convierte en casi exclusivo instrumento de las exigencias del mercado. Cuanto más amplio y abierto es el horizonte, más expectativas y posibilidades se abren al conocimiento, al intercambio y a la acción. En contrapartida, mayor indefinición, desorganización y caos del perfil que presenta la realidad actual y mayores requisitos y condiciones, recursos y materiales necesarios para afrontar la incertidumbre consecuente.-
2. Complejidad social y aceleración del cambio tecnológicoEl predominio del azar sobre la necesidad impide poder predecir por anticipado la futura ocurrencia de un suceso determinado debido a las intrincadas redes de influencia que se ejercen sobre los individuos y los grupos. Este incremento acelerado de la complejidad social y la pluralidad de influencias es de tal naturaleza que cuestiona la estructura y el funcionamiento tradicional de la institución escolar. A esto se le suma la omnipresencia y el poder de los medios de comunicación que desdibuja la comunicación familiar y escolar al confundir e intercambiar funciones y propósitos, poniendo a los niños/as prematuramente en contacto con los problemas, informaciones, ilusiones e intereses de la vida adulta (Hipótesis de la existencia de una secundarización de la socialización primaria y de la primarización de la socialización secundaria - Tedesco).-
3. Autonomía, descentralización y competitividadLa necesidad de elaborar alternativas a una forma de concebir la institución escolar y clarificar el sentido de las alternativas y valores, subyacen en las propuestas de los requerimientos económicos. Esto supone pasar a una lógica basada en pautas de funcionamiento que favorezca la flexibilidad, la capacidad de iniciativa y agilidad de respuestas a las necesidades inmediatas y locales. Abandonadas al libre juego del mercado, las instituciones escolares no pueden cumplir su función educativa por dos razones: a) el mercado reproduce e incrementa las desigualdades de origen y b) sus exigencias no repara en valores éticos y educativos sino en la obtención de rentabilidad.-
4. Rentabilidad y mercantilización de conocimientoLos planteamientos neoliberales que justifican la desregulación y privatización del sistema educativo conciben el conocimiento como una mercancía. Este subordina la búsqueda de la verdad a la búsqueda de la eficiencia, la utilidad y el bienestar. El conocimiento se legitima como instrumento de justificación de un discurso de poder. El criterio para medir la calidad de la educación es la "eficacia" como subsistema para producir y reproducir el conocimiento experto que el sistema económico necesita.-
------- Características del sistema público1) La educación es un asunto político que pretende compensar en parte las desigualdades personales
vinculadas al origen social, étnico, religioso, cultural y sexual de los ciudadanos.-
2) La legitimidad democrática le exige la neutralidad y pluralidad ideológica como espacio común de enseñanza que evite las discriminaciones.-
3) En consecuencia, las escuelas individuales carecen de identidad propia concibiéndolas como un sistema común fuertemente centralizado.-
4) Los docentes son funcionarios públicos dentro de las condiciones y restricciones que impone el sistema
------- Características del sistema privado1) La educación no se concibe como un instrumento al servicio de la política sino como un instrumento al servicio del libre intercambio de u-na mercancía.-
2) El interjuego de competencias lleva a que cada centro defina su propia cultura pedagógica y su propio ideario ideológico. El lema fundamental es la libertad de enseñanza y la libre elección del centro.-
3) El sistema se regula con la intervención mínima del Estado por cuanto el sistema puede ofrecer notable diversidad externa y restringida diferenciación interna.
4) Los docentes son profesionales contratados en función de su competencia y de su afinidad al ideario y a las particularidades organizativas y curriculares
En ningún caso, existen modelos puros pero ambos representan tendencias claras en la definición del servicio que debe prestar la educación. Ahora bien, la concepción del docente como funcionario del Estado, la estructura homogeneizadora y la formación de una cultura escolar uniformadora se presentan como obstáculos en el intento por responder a las exigencias cualitativas de la realidad actual. Por tanto, debemos encarar el perfeccionamiento, la innovación y las mejoras tomando como referencia el grado de consecución y práctica de los valores considerados educativos pero, no de cambio impuesto desde afuera sin la participación de los agentes involucrados en ese cambio.-
De acuerdo a Van Velzen y Hopkins, el perfeccionamiento de la escuela descasa en los siguientes supuestos:
1. La escuela debe considerarse la unidad del cambio
2. El cambio debe afrontarse desde la perspectiva sistémica
3. Se debe mejorar las condiciones internas de las escuelas para posibilitar ese perfeccionamiento
4. Clarificar las finalidades más importantes de su cometido.
5. Asumir que los niveles de influencia deben armonizar de forma convergente con los propósitos educativos del cambio
6. Procurar que la integración de estrategias recorran los diferentes niveles implicados en la comunidad democrática de aprendizaje.-
5. La escuela como organizaciónLa primera característica que se destaca en el escenario neoliberal es la de encontrar en la práctica y en la teoría el mecanismo pedagógico de eficacia así como los criterios objetivos, concretos y medibles que definan y singularicen las escuelas eficaces. En tal sentido, se llega a considerar que los mejores rendimientos están asociados a la posibilidad de elaborar y desarrollar un proyecto educativo de Centro que defina las señas de identidad del mismo (objetivos, métodos, tradiciones y formas de funcionamiento aceptadas por los implicados). Pero el énfasis en los aspectos organizativos lleva a considerarlos indiferentes en la producción de efectos académicos, afectivos y sociales, desdibujando el producto que en definitiva se persigue por no tener en cuenta el carácter de intervención que cada contexto en particular supone y en consecuencia, no poder interpretar el "valor" atribuido al mismo. La eficacia de la escuela debe contrastarse con las finalidades y funciones que la sociedad en general y el proyecto educativo en particular asignen a estas instituciones.-
Por otra parte, lo que esencialmente caracteriza la vida de la institución escolar es el diversificado abanico de relaciones, a veces conflictivas otras complementarias, del ámbito disciplinar (prácticas instrumentales y académicas) y del ámbito de las relaciones expresivas en el contexto de convivencia informal y cultural. La presencia de ambos, provoca inexorablemente la continuidad de rasgos, atributos, intereses y comportamientos desde "dentro" hacia "fuera" de la institución escolar conectando los contextos académicos y vitales requeridos por la sociedad. Lo que es más, la propia naturaleza reflexiva y experimental de la vivencia escolar proporciona alternativas provisionales de convivencia democrática que realzan y entretejen los intercambios sociales aún si estos fueran regidos por la rentabilidad mercantil.-
6. La cultura docenteSi bien existen varios factores y agentes en la determinación y mantenimiento de la cultura en la escuela, se considera prioritariamente la cultura del docente (como grupo y como gremio profesional) determinante de la misma = La cultura docente es el conjunto de creencias, valores, hábitos y normas dominantes que determinan lo que dicho grupo social considera valioso en su contexto profesional así como los modos políticamente correctos de pensar, sentir, actuar y relacionarse entre sí.De forma explícita o de forma latente, la cultura docente modela la manera particular de construir la comunicación en cada aula y en cada escuela por cuanto la calidad de los procesos escolares se centra en la naturaleza de los procesos que allí se favorecen, inducen o condicionan. Las características de sus contenidos y de sus formas son marcos simbólicos y estructurales que condicionan pero no determinan la capacidad individual o colectiva. El autor destaca 4 de ellas:
a) Aislamiento del docente y autonomía profesional
Está vinculado al sentido patrimonialista del aula, que tiende a la separación, a la ausencia de contraste y de cooperación lo que resulta altamente propicio para el cultivo del pragmatismo, la pasividad, la reproducción conservadora o la aceptación acrítica de la cultura social dominante.-
b) Colegiabilidad burocrática y cultura de elaboraciónExigida por las transformaciones económicas y sociales, la colegialidad burocrática se entiende como un conjunto de procedimientos burocráticos orientados a incrementar la atención que se le presta en la escuela a la necesidad de trabajar juntos (intento de controlar artificiosamente el riesgo, la aventura y la incertidumbre que implican los procesos de colaboración espontánea) Se orienta a la aplicación de los proyectos de reforma y cambio decididos desde afuera. La colaboración espontánea supone una cultura diferente que afecta tanto el modo de entender la escuela y los procesos de enseñanza/aprendizaje como los roles docentes y los procedimientos de interacción entre docentes, alumnos y comunidad.-
c) Saturación de tareas y responsabilidad profesional
La transmisión de conocimientos disciplinares no puede ser considerada en la actualidad como el objetivo ni exclusivo ni patrimonial de la escuela no sólo porque ya no responde a las exigencias del escenario económico sino por el progreso de la ciencia y la tecnología que convierte en efímeros y obsoletos los contenidos curriculares. La escuela tiene que repensar su función instructiva y educativa. Es obvio que el agobio del docente es real por la intensificación de sus tareas profesionales para cumplir una función incierta y difusa en la compleja y urgente diversidad de la demanda.
7. Ansiedad profesional y carácter flexible y creativo de la función docente
Los docentes encuentran dificultades para responder profesionalmente a las demandas insistentes de cambio y renovación. Cuando se siente incapaz de afrontar esas exigencias del cambio, la renovación se convierte en crisis y frustración. La ideología de la rentabilidad escolar, provoca claramente la devaluación de la tarea educativa, situando al docente a merced de las perversas exigencias del mercado, provocando su insatisfacción y ansiedad profesional.-
8. Desarrollo profesional del docenteEl deterioro de la imagen y del status social de la profesión docente se extiende tanto a la difusa pero significativa conciencia social como a las determinaciones reales de la política educativa de las administraciones públicas o agentes privados. La transformación de la escuela así como el incremento de calidad de la enseñanza se vincula con la modificación de la función del docente y el necesario enriquecimiento de su desarrollo profesional.-
Frente a las contradicciones y perplejidades que acompañan el proceso de profesionalización docente, cabe repensar el sentido y la naturaleza de lo que se considera constituye su profesionalidad, es decir, abarcando todos los aspectos que definen la compleja red de intercambios en los que se mueve su actuación. Las claves fundamentales para este desarrollo serán la formación, utilización y reconstrucción permanente de su pensamiento práctico reflexivo. Este debe ser desarrollado mediante un proceso conflictivo de reconstrucción del conocimiento pedagógico, intuitivo, vulgar y empírico que el práctico ha adquirido a lo largo de su prolongada estancia como estudiante en la institución escolar ya que la vida cotidiana de cualquier profesional práctico depende del conocimiento tácito que activa y elabora durante su propia intervención.-

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